La alergia es una enfermedad inflamatoria producida por una reacción exacerbada de nuestro sistema inmune frente a determinadas sustancias (alérgenos). Las alergias se pueden manifestar de distinta forma siendo sus formas más habituales a nivel cutáneo, intestinal, o del sistema respiratorio alto, como es el caso de la rinitis alérgica.
La rinitis alérgica se produce como consecuencia de la acción de determinados alérgenos sobre la mucosa nasal, produciendo la inflamación de ésta y los síntomas asociados. Los síntomas más habituales de la rinitis alérgica son picor nasal, estornudos, congestión nasal y mucosidad; además, en muchos casos pueden acompañarse de conjuntivitis, y, ya en menor frecuencia, complicarse con otitis o sinusitis.
La rinitis alérgica puede complicarse en los casos en los que también está asociada a asma, hasta en un 70%, por ello en ocasiones son tratadas en conjunto como una sola enfermedad
¿Qué podemos hacer para aliviar la sintomatología de la rinitis alérgica?
Todos los síntomas típicos de la rinitis alérgica como el picor nasal, estornudos y moqueo, en principios leves, hacen que las personas que sufren rinitis alérgica vean alterado su día a día y tengan una importante merma en su calidad de vida. Especialmente en aquellas personas que la sufren de manera persistente.
Antes de automedicarse lo más adecuado es consultar con nuestro médico o nuestro farmacéutico. Es importante tener un diagnóstico para poder tratarla de la forma más adecuada.
Los alérgenos causantes de la rinitis son variados, desde ácaros, epitelios de animales (gatos), pólenes, hongos… La primera medida es mantenernos protegidos del alérgeno causante de la rinitis, por ello es importante que conozcamos esta causa.
En principio la rinitis alérgica no se cura, aunque existen vacunas frente a la rinitis alérgica para ciertos casos (inmunoterapia). Para aliviar la sintomatología una vez aparece podemos utilizar fármacos. Incluso podemos hacerlo a modo preventivo, por ejemplo, cuando se acerca la temporada de polinización de determinadas plantas. También dependiendo de la intensidad de los síntomas podemos utilizar distinta medicación, siempre teniendo en cuenta el tipo de síntomas y las características individuales de cada paciente (edad, estado de salud general, patologías crónicas, medicación…).
La rinitis alérgica puede ser estacional, como en el caso de los pólenes, persistente (todo el año) o ocupacional (asociado a un alérgeno presente en nuestro trabajo, por ejemplo la rinitis alérgica de panaderos producida por la harina). En nuestra farmacia podemos adquirir medicamentos para aliviar la sintomatología de la rinitis alérgica (moqueo, congestión, etc.), desde antihistamínicos en sprays nasales o pastillas, aerosoles, soluciones salinas, descongestionantes nasales o corticoides en spray.
