Una de las situaciones en las que peor lo pasamos es cuando los peques se ponen enfermos. Resfriados, crecimiento, los dientes… pero ¿Qué analgésico es el adecuado y cuál debemos usar? Os vamos a ofrecer algunos consejos para determinar cuál es el idóneo según la ocasión.

Hay que tener en cuenta que cualquier tipo de medicamento debe ser administrado por profesionales médicos, farmacéuticos o médicos, y no se recomienda la automedicación. Pero siempre es prudente saber qué tipo de analgésicos podemos tener en casa para las urgencias que puedan surgir.

La fiebre, el dolor, la inflamación, entre otros síntomas pueden ser tratados con la administración de analgésicos de libre venta, es decir, sin receta. Pero son los propios farmacéuticos los que pueden recomendarte el ideal según los síntomas que tenga el niño.

Tipos de analgésicos

  1. Paracetamol. Es uno de los analgésicos más suaves en su administración y sirven, generalmente, para dolores leves musculares y estados febriles. No están recomendados para casos de gran inflamación ya que no tienen la misma eficacia que podrían tener los analgésicos como los que contienen ibuprofeno o naproxeno. Entre los más conocidos se encuentran medicamentos como: Apiretal, Gelocatil o Febrectal. Tienen una absorción de vía oral excelente además de por vía rectal (los administrados en supositorios).
  2. Ibuprofeno. Los medicamentos con este compuesto son los idóneos para tratar inflamaciones y dolores, para estados febriles se recomiendan los analgésicos con paracetamol. Entre los más conocidos se encuentran medicamentos como Dalsy, pirexin o junifen. Su posología dependerá de los síntomas del niño enfermo. No automedique a sus hijos sin el visto bueno de un profesional medico.

Cuando los niños padecen procesos febriles o de malestar (resfriados, golpes, dientes, etc.) es recomendable visitar a su pediatra y que sea el profesional el que os indique el tratamiento, también podéis consultar con su farmacéutico de confianza.

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