Nuestro estilo de vida repercute de forma directa en nuestra salud. Llevar unos adecuados hábitos de vida nos puede ayudar en dos aspectos: uno, mejorar nuestra salud si padecemos alguna enfermedad; y dos, prevenir patologías directamente asociadas a estilos de vida no saludables.
Pero ¿en qué aspectos se puede cambiar y mejorar nuestro estilo de vida?
Podemos decir que son tres los pilares básicos para una vida saludable, estos son: la alimentación, la actividad física y, por supuesto, la salud emocional.
Una alimentación saludable
Podemos modificar nuestros hábitos alimenticios hacia una dieta más saludable; pero ¡ojo! No estamos hablando de ponernos a dieta para adelgazar, no; sino de adquirir unas pautas de alimentación correctas para nuestra vida. Esto debe incluir incrementar el consumo de verduras y frutas; disminuir el consumo de carnes rojas y carne en general, supliendo la necesidad de proteína con una mayor ingesta de legumbres (garbanzos, habichuelas, lentejas, guisantes, etc.); evitar los fritos y rebozados, dulces y helados, y desechar por completo (solo en casos excepcionales) la “comida” ultraprocesada. Si tenemos sobrepeso y cambiamos a estos hábitos alimenticios conseguiremos ir bajando de forma progresiva a un peso más saludable. El alcohol tampoco es un buen aliado de nuestra salud.
Actividad física
La actividad física de forma moderada es fundamental para gozar de una buena salud. Cualquier cambio que realicemos en nuestra forma de vida debe de llegar para quedarse. ¿Qué por qué decimos esto? Porque no podemos pasar de no hacer nada de ejercicio o muy poco a ir todos los días al gimnasio, posiblemente no lleguemos ni a tres semanas con esta rutina. Lo mejor es parar, pensar en nuestro día a día y buscar alternativas de actividad física que podamos mantener en el tiempo. Por ejemplo, un paseo diario, ir andando al trabajo, hacer alguna rutina de ejercicios en casa o apuntarnos dos o tres días a un entrenador personal o a un gimnasio para hacer algo de cardio y fuerza.
Salud emocional
Si nuestra mente no está bien esto puede reflejarse en nuestra salud física, lo que se denomina psiocosomatización. Igualmente, cuando estamos felices y contentos, nuestras hormonas y neurotransmisores van a ayudar a sentirse bien a nuestro cuerpo. Una de las principales recomendaciones para mejorar nuestra salud es reducir el estrés diario. Sabemos que el ritmo de vida que normalmente llevamos es alto y nos obliga a estar en tensión y pendientes de muchas tareas. En momentos puntuales del año puede ser así, pero, no es sostenible para nuestra salud un nivel de estrés alto de continuo, ya que en un gran número de casos conduce a desarrollar ansiedad. Disminuye tu estrés, baja las revoluciones y disfruta de lo que hagas cada día, sea lo que sea, intenta buscar lo positivo y disfrutarlo.
Otros hábitos que podemos mejorar es no fumar o intentar dejar el tabaco, para ello nos pueden ayudar en la farmacia, o cuidar nuestra piel con protectores solares adecuados a nuestro fototipo de piel, para esto también podemos consultar en nuestra farmacia por el más apropiado para nosotros.
