El estrés y el exceso de trabajo pueden causar un deterioro importante en nuestra salud. Una sobrecarga de trabajo y mantener durante tiempos prolongados situaciones de estrés tiene consecuencias negativas tanto sobre nuestra salud física como psicológica.
Cuando hablamos de exceso de trabajo nos estamos refiriendo a un nivel alto de carga de trabajo de forma continua. En este sentido podemos hablar de la suma del exceso de trabajo fuera de casa, en el entorno laboral, como en nuestra casa.
El exceso de trabajo nos provoca alteraciones importantes a nivel emocional
Estrés, ansiedad, nerviosismo, alteración de nuestro carácter, imposibilidad de relacionarnos como deberíamos con nuestra familia, carencias en nuestra vida social con amigos, etc. Esta situación psicológica tiene también consecuencias e implicaciones a nivel físico. Son habituales los problemas digestivos relacionados con el estrés, la disminución de nuestras defensas, problemas articulares y musculares por sobretensión, etc.
Hace que nos alimentemos mal
El poco tiempo del que disponemos para comer puede conducir a varias situaciones. Una de ellas es que la falta de tiempo nos haga que no comamos correctamente y tomemos cualquier cosa (comidas preparadas y ultraprocesados). Otra es la forma de comer, además lo que comemos rápido, de pie, mientras contestamos un correo electrónico o revisamos una documentación; y, por supuesto, sin opción de tomar un pequeño tiempo de reposo tras la comida. Todo esto tiene consecuencias sobre nuestro sistema digestivo y nuestra salud general. Al alimentarnos mal podemos coger peso, a pesar de no parar en todo el día, y también nos estamos nutriendo mal, con lo que podemos tener carencias nutricionales. Para situaciones puntuales podemos tomar algún complemento alimenticio (suplementos vitamínicos, preparados para mejorar nuestras defensas, probióticos, etc.) que podemos comprar en la farmacia sin necesidad de receta médica.
Altera el sueño y el descanso
La sobrecarga laboral impide que durmamos bien. Dormir bien implica tanto el número de horas en las que descansamos como la calidad del sueño que tenemos. Si no dormimos bien difícilmente podremos rendir en el trabajo y mantener un nivel alto de exigencia laboral. En estas situaciones también podemos hacer uso de la ciencia y tomar algún fármaco para mejorar nuestra calidad de sueño. En nuestra farmacia os podemos aconsejar algún comprimido o pastilla para el sueño que permita tanto la conciliación del sueño como tener un descanso de calidad.
Está claro que todos podemos pasar por picos de trabajo que no podemos obviar y que tenemos que sacar adelante, pero también debemos ser conscientes de que si nuestra salud se resiente difícilmente podremos rendir al 100% en nuestro trabajo.
Es bastante habitual que algunas personas se acostumbren a ese nivel alto de estrés y les cuesta incluso bajar de intensidad cuando tienen menos carga de trabajo. Nuestro cuerpo no es un interruptor con on y off inmediato, necesita habituarse de forma escalonada a nuevas situaciones.
Intentar buscar tiempo para realizar alguna actividad física nos va a ayudar mucho tanto a nivel físico como emocional. Y nos diréis: ¿pero cuando? Si estoy hasta arriba de trabajo. Lo que claramente no debes hacer es marcarte un plan que no vayas a cumplir; del tipo, voy a ir cuatro días a la semana al gimnasio. Cuando no puedas cumplir con esto te generará más estrés y esto es precisamente lo que queremos evitar. Puedes comenzar con algo simple y que puedas hacer en tu casa, aunque solo sea realizar durante 15 minutos unos estiramientos en casa mientras sale el café por la mañana; para eso solo necesitamos una esterilla y nos puede ayudar a afrontar el día con mejor actitud. Si no tienes más tiempo entre semana para realizar una rutina de ejercicio más completa, utiliza el fin de semana para moverte y salir al campo o a pasear por la ciudad. Tu cuerpo y tu mente te lo van a agradecer.
