Hablar de hongos vaginales supone tratar una infección tremendamente habitual y propia entre la población femenina, tanto que aproximadamente el 80% de la misma llega a padecerla al menos una vez en su vida.
Desde Farmacia Rescatado ponemos a tu alcance una valiosa información no sólo para saber a qué nos enfrentamos sino para proceder a implantar en nuestro día a día, rutinas y costumbres que eviten y prevengan la proliferación descompensada y preocupante de estos microorganismos.
Actuar con previsión para evitar los hongos vaginales.
El término hongos vaginales responde al formato coloquial de referencia a una infección denominada «candidiasis vaginal o vulvovaginitis candidiásica»producida por una multiplicación y aumento desmesurado de unos microorganismos habitualmente presentes en la vagina de las mujeres y que en dosis normales no resultan dañinos ni preocupantes.
Esta circunstancia se asocia a un desequilibrio en la flora vaginal afectando a la mucosa habitual de la misma y siendo perceptible tanto en su zona interna como externa y pudiendo en ocasiones transmitirse hacia la zona perianal o incluso a la vulva.
Pero… ¿Cómo saber que padecemos de hongos vaginales?
Algunas de las señales inequívocas de que estamos afectados por cadidiasis son:
- Aumento del flujo vaginal, que se torna de color blanco intenso.
- La textura de este flujo también se modifica presentándose grumoso y muy espeso.
- Irritación intensa, inflamación y enrojecimiento de la zona.
- Intenso y constante picor y escozor de toda la zona íntima.
Llegados a este punto, nuestro médico debe confirmar que efectivamente nos encontramos ante este tipo de infección y procederá a prescribirnos diferentes fórmulas a base principalmente de antifúngicos mediante los cuales eliminar la proliferación de los hongos vaginales.
Los formatos pueden ser diversos, a base de cremas de uso tópico, óvulos vaginales o incluso cápsulas orales. La medicación en estas circunstancias también afectará a la pareja de la mujer que por prevención, deberá medicarse de forma sencilla para evitar que la infección persista con motivo de las relaciones sexuales.
Evitar que volvamos a padecer hongos vaginales o que la situación se repita con asiduidad sólo requiere una serie de pautas de comportamiento e incluso de alimentación que eviten cambios en nuestra flora vaginal. Hablamos de prevención.
- La humedad es una gran aliada de la proliferación de candidiasis, por lo que no es recomendable mantener durante mucho tiempo un bañador húmedo sin que nos esté dando el sol que propicie que su secado.
- La ropa muy ajustada también puede provocar roces e irritaciones en la zona que ayudarían a ello.
- La alimentación sana y equilibrada, beneficiosa para todo, también es un factor a tener en cuenta. Se recomienda eliminar seriamente de nuestra dieta azúcares o cereales con gluten y por contra mantener una dieta a base de pescado azul, vegetales, fibra, frutos secos…
- El uso de probióticos vaginales también es una buena ayuda para estabilizar la flora vaginal que se suele ver afectada sobre todo por una bajada de defensas muy habitual tras la ingesta de antibióticos o incluso en situaciones prolongadas de estrés y ansiedad.
