Al consumir medicamentos debemos ser conscientes de que estos, además de su acción terapéutica sobre una dolencia determinada, también pueden tener otros efectos sobre nuestro organismo como somnolencia o disminución de reflejos. Pero además, también pueden interaccionar con otras sustancias (o medicamentos) y dar reacciones cruzadas que provoquen otros efectos adversos sobre nuestra capacidad de conducción.

Si en general es importante que nos informemos de los efectos que cualquier medicamento que estamos tomando pueda tener sobre nuestro organismo, aún es más importante conocer si estos efectos secundarios pueden afectar a nuestra capacidad durante la conducción.

Conducir un vehículo o maquinaria (para el caso de un trabajador) bajo los efectos de ciertos medicamentos conlleva un alto riesgo de sufrir un accidente de tráfico. Por ello es importante tomar consciencia del peligro, tanto por nosotros mismos, como por los posibles implicados en el accidente.

 Los efectos más importantes de los medicamentos sobre la conducción son:

  • Acción sedante o somnolencia.
  • Incremento del tiempo de reacción al reducir los reflejos.
  • Dificultad en la percepción correcta de las distancias.
  • Problemas de coordinación.
  • Percepción alterada de la realidad (alucinaciones, hiperreactividad, aturdimiento, etc.).

¿Qué medicamentos pueden afectar a mi capacidad de conducción?

Todos aquellos medicamentos que afecten de forma directa a nuestros sentidos (vista y oído) o que alteren nuestros reflejos, afecten a la coordinación motora, o causen somnolencia o aturdimiento al actuar sobre el sistema nervioso central pueden ser la causa de un accidente.

Algunos de los medicamentos y principios activos que afectan a nuestra destreza al volante y a la capacidad de reacción ante un peligro son:

  • Benzodiacepinas, utilizadas como tranquilizantes.
  • Antihistamínicos, para en el tratamiento de síntomas de las alergias.
  • Antidepresivos.
  • Antiepilépticos.
  • Neurolépticos.
  • Analgésicos opiáceos.
  • Antitusivos, especialmente la codeína.

¿Cómo sé que si tomo ciertos medicamentos no es aconsejable que conduzca?

Los efectos secundarios de cualquier medicamento así como sus principios activos podemos encontrarlos en el prospecto. En estos suele indicarse de forma clara y expresa si no se recomiendan en caso de que tengamos que conducir o si puede tener algún efecto que se pueda alterar nuestra visión, dificultar la percepción de distancias, provocar descoordinación o desorientación, etc. Pero es más, en la propia caja del medicamento podemos encontrar un pictograma en el que se representa un coche en un triángulo rojo de peligro con fondo blanco. Aunque siempre es muy aconsejable leer los prospectos de los medicamentos también podemos consultar en nuestra farmacia de confianza sobre los efectos de esa pastilla o jarabe que vamos a tomar puedan tener sobre nuestra capacidad de conducción.

Algunos medicamentos, como las benzodiazepinas, requieren de receta médica y es posible que el médico mismo nos advierta de sus efectos. En otras ocasiones se trata de medicamentos para los que no es necesario receta, por ejemplo algunos jarabes para la tos o antihistamínicos, por lo que será nuestro farmacéutico o farmacéutica quien nos puede orientar sobre sus efectos.

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