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Plantas medicinales vs medicamentos

Hay un sector bastante amplio de la población que suele asociar la utilización de las plantas medicinales para alguna dolencia como algo totalmente inocuo y sin contraindicaciones al ser “naturales”. Por el contrario, de los fármacos y medicinas convencionales se tiene un peor concepto en el sentido de que han sido sintetizados en un laboratorio farmacéutico y son algo “artificial”. Realmente esta es una percepción incorrecta y ambos pueden ser beneficiosos para nuestra salud y se pueden utilizar de forma alternativa según cada patología. Lo importante, como con cualquier fármaco, es conocer cómo y cuándo pueden usarse las plantas medicinales. En la sección de parafarmacia de una farmacia tenemos disponible una amplia variedad de preparados a base de plantas medicinales que nos pueden ser muy útiles con ciertas dolencias, como problemas digestivos (gases, estreñimiento, etc.), alteraciones del sueño, etc. Sin embargo, la medicina moderna permite sintetizar moléculas y compuestos específicos para el tratamiento de enfermedades que serían imposible de curar utilizando plantas medicinales. Por tanto, no se trata de enfrentar ambos tratamientos, sino de saber cuándo podemos usar uno u otro y para ello contamos con el asesoramiento que nos pueden proporcionar en nuestra farmacia.

Es importante destacar que el hecho de que las plantas medicinales, aunque sean sustancias de origen natural, no deben tomarse sin control, especialmente en algunos casos. En un extracto vegetal hay miles de sustancias, tanto las beneficiosas para nuestra dolencia, como otras muchas que pueden tener otros efectos. Está perfectamente estudiado que ciertas plantas medicinales interactúan con medicamentos modificando negativamente su absorción y disminuyendo su efectividad. También pueden activar mecanismos metabólicos que incrementan la degradación del fármaco eliminando su actividad terapéutica. Por tanto, si estamos con algún tratamiento farmacológico y queremos hacer uso de plantas medicinales para mejorar algún síntoma u otra patología, debemos consultar con nuestro médico o farmacéutico sobre posibles contraindicaciones.

Las plantas fueron las primeras medicinas de la historia de nuestra civilización y esto ha permitido ir adquiriendo un amplio conocimiento de sus usos y beneficios, así como de los posibles efectos secundarios, contraindicaciones e interacciones con otros medicamentos. Por otro lado, el conocimiento científico nos ha permitido sintetizar sustancias específicas para remediar o curar ciertas enfermedades, tanto leves como graves, de forma específica y altamente eficiente. Sería absurdo desechar cualquiera de las dos opciones por lo que, con el conocimiento y formación adecuadas, podemos beneficiarnos de los efectos terapéuticos de ambos. Lo que sí es un error que no debemos cometer es pensar que existe alternativa natural (plantas medicinales) para todas las enfermedades ya que esto no es así. Por suerte la ciencia nos ha permitido crear fármacos específicos que la naturaleza no nos ha podido proveer de ellos.

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