El verano tiene un sinfín de aspectos positivos, pero también tiene sus efectos negativos y uno de ellos, es la hinchazón de las piernas, los tobillos y los pies, también conocida como edema periférico.

Estas zonas del cuerpo aumentan su volumen por una anormal acumulación de agua en tejidos y músculos de las extremidades inferiores, especialmente tras pasar mucho tiempo de pie o sentado.

Este problema, aunque puede estar presente en cualquier época del año, se agudiza durante el verano.  Y es que es durante estos meses de fuerte calor, cuando los vasos sanguíneos se dilatan por el aumento de las temperaturas y se reduce la elasticidad de sus paredes, tan necesaria para bombear la sangre desde las extremidades hacia el corazón.

Para suavizar este problema, podéis elevar las piernas durante unos minutos a la hora de descansar.

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