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Cómo preparar tus defensas para el invierno

Llega el invierno y descienden las temperaturas, por eso debemos preparar nuestro organismo para afrontar de la mejor forma posible la época invernal. ¿Cómo preparar tus defensas para el invierno? Alimentación sana, ejercicio y algunos trucos que te indicamos a continuación te harán pasar esta época con la mayor energía posible.

En invierno no solo debes prepararte para el frío, también debes cuidar tu interior para que tu cuerpo evite enfermedades típicas de la bajada del termómetro. Para recuperar mejor la energía y mantener un buen estado de salud te ayudan muchos factores como, por ejemplo, la buena alimentación.

Consejos para mejorar tus defensas

  1. Buena alimentación. Nuestra dieta habitual debe ser adecuada al ritmo de vida que llevamos, pero sin olvidar incluir vitaminas, así como alimentos probióticos (yogures o complementos) y complementarla con elementos esenciales en nuestro día a día como es el propóleo que ayuda a mantener lejos los procesos gripales, entre otras enfermedades. Verduras y frutas, pescados, lácteos, legumbres… Una dieta equilibrada y sana, como ejemplo puedes escoger la idónea y recomendada por expertos como es la dieta mediterránea.
  2. No te olvides del ejercicio porque tu cuerpo te lo agradecerá. Si llevas una buena alimentación y además realizas ejercicio, tu cuerpo estará mucho más fuerte y será capaz de recuperarse de forma más rápida de contratiempos como la gripe.
  3. Para completar nuestra dieta y mejorar nuestra salud preparando las defensas para el invierno, incluye en tu día a día vitaminas (desde las propias de los alimentos a complementos vitamínicos que te ayudarán a estar más enérgico). Pero no olvides que los alimentos probióticos también ayudan a tus defensas a estar más fuertes y alertas ante posibles enfermedades típicas del invierno. Y si quieres completar y asegurarte de la fortaleza de tus defensas, los propóleos tienen un poder antiséptico y antibiótico muy potente.

Es esencial tener una alimentación equilibrada, así como un ritmo de vida relajado (o control mental) para que tus defensas se adecuen a la bajada de temperaturas.

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