Ante  la pregunta de si podemos usar el protector solar del año pasado no podemos dar un sí o un no rotundo, dependerá de una serie de circunstancias que ahora vamos a detallar. Lo que sí os podemos adelantar es que, ante la duda, mejor desecharlo, pensemos que nuestra piel es un órgano más de nuestro cuerpo y por el que además, absorbemos sustancias. Siempre nos saldrá más barato tirar el protector solar del año pasado que provocarnos un daño en nuestra piel.

¿Debo tirar el protector solar del año pasado?

No, no tengo por qué desechar el protector solar del año pasado si:

  • Lo compré y no lo abrí y además estamos dentro de su período de validez (dentro de la fecha de caducidad).

  • Lo abrí y está dentro de su periodo de eficacia. Una vez abiertos los protectores solares tienen una validez de entre seis y doce meses. Esto viene indicado mediante un pictograma en el envase. En él se representa un bote abierto con el tiempo de validez en meses (3 m, 6 m, 12 m, o 24 m y 36 m para otros productos cosméticos).

En ocasiones, el protector, aunque cumpla con todos los requisitos que hemos comentado, puede haberse estropeado por una mala conservación del envase (abierto sin la tapa, en ambientes con temperaturas muy altas como el interior de un vehículo en verano, etc). En algunos casos podemos ver que la emulsión se pierde y el protector aparece en dos fases. También, al tener un componente graso, el protector se puede enranciar y dar mal olor, además de adquirir una coloración amarillenta. Si ocurre cualquiera de estas dos circunstancias debemos desecharlo.

¿Qué puede pasar si utilizo un protector solar que no estaba en condiciones?

El utilizar un protector solar caducado o estropeado tiene como primera consecuencia que no va realizar su función fotoprotectora. Lo mejor es desecharlo y comprar uno nuevo. Y, ¿cuál comprar? Cada persona tenemos un fototipo de piel y debemos utilizar el más adecuado para nosotros. Si tenemos dudas del más óptimo para nuestra piel podemos consultar en nuestra farmacia.

Otra consecuencia de utilizar un fotoprotector caducado o que no estaba en buenas condiciones es la aparición de reacciones adversas en nuestra piel. Esto es debido a dos razones, la primera está relacionada con su pérdida de eficacia, de forma que estaremos expuestos a la radiación solar sin estar protegidos, produciendose quemaduras y lesiones en la piel. Otros efectos se deben a reacciones del propio protector degradado con nuestra piel. Pueden aparecer irritaciones, alergias, eritemas, etc.

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