La dermofarmacia es una rama de la farmacia que estudia, fabrica y expende productos cosméticos no relacionados con patologías. Y, ¿qué son exactamente los cosméticos?
Los cosméticos son los productos destinados a aplicarse en la superficie corporal, además de en la mucosa bucal y dientes. La finalidad de los cosméticos es variable, desde proteger, limpiar, perfumar, mantener o modificar el aspecto, hasta corregir olores corporales.
No se consideran productos cosméticos los que tienen como función prevenir, diagnosticar o tratar enfermedades. Por ejemplo, la pasta de dientes no puede considerarse un cosmético, ya que contiene flúor, que es un agente antibacteriano. Tampoco se consideran cosméticos los productos que se ingieren, inhalan, inyectan o son implantados.
Los cosméticos pueden presentarse en distintos formatos, como cremas o geles entre otros.
Cosméticos de venta en farmacia o parafarmacia
Una de las principales ventajas de adquirir los cosméticos en la farmacia en lugar de otros puntos de venta, como por ejemplo en grandes superficies y supermercados, es que contamos con el asesoramiento de nuestro farmacéutico. Como profesional de la salud, el farmacéutico conoce el producto y los principios activos que presenta el cosmético y puede asesorarnos sobre el más adecuado según nuestra situación particular. Además, podemos consultar las dudas que tengamos sobre el producto y cómo tenemos que utilizarlo.
En la farmacia también nos pueden asesorar sobre el uso de cosméticos en situaciones especiales como alergias, cómo aplicarlos en lesiones o zonas dañadas, si hay interacción con determinados medicamentos, o si son recomendables o no en ciertos estados fisiológicos como el embarazo o lactancia.
Además, aunque en general los productos cosméticos son seguros, en ocasiones pueden provocar reacciones adversas. En estos casos, en la farmacia también nos pueden informar si es por algún componente del cosmético, o por un uso inadecuado del producto. Incluso pueden proponernos un producto alternativo o derivarnos a un especialista si lo consideran oportuno. Además, en determinados casos, en la farmacia incluso pueden elaborar una fórmula cosmética personalizada para nosotros.
Otra ventaja de los cosméticos de venta en farmacia es que presentan precios más competitivos ya que no necesitan una presentación tan llamativa como los que adquirimos en perfumerías. Además, si tenemos alguna duda sobre el producto, si lo estamos aplicando bien o si notamos alguna reacción extraña, es más sencillo acudir a nuestra farmacia de confianza y consultar sobre el mismo que solicitar información en un supermercado o perfumería.
