Mantener la presión arterial dentro de unos parámetros concretos es importante para un buen estado de salud. La hipertensión es una de las enfermedades crónicas con mayor incidencia entre personas mayores y cada vez se presenta con mayor frecuencia entre la población adulta y personas jóvenes. Aparte de factores genéticos o la presencia de otras patologías, una mala alimentación, el estrés, la falta de ejercicio físico y otros hábitos poco saludables como el consumo de tabaco y alcohol favorecen su aparición.

Pero, ¿qué se considera tensión arterial alta o hipertensión? La tensión arterial se determina en dos momentos distintos, la tensión sistólica (conocida como máxima o alta) y la tensión arterial diastólica (conocida coloquialmente como mínima o baja). Se trata de la presión sanguínea sobre las arterias en dos movimientos distintos del corazón, durante la sístole (contracción) y la durante la diástole (relajación) del corazón. Se consideran valores normales cuando la sistólica es inferior a 140 mmHg y la diastólica inferior a 90 mmHg. Esto mismo puede expresarse con los términos de 14 de máxima y 9 de mínima. Si cualquiera de las dos está por encima de estos valores de forma mantenida en el tiempo, se considera hipertensión y debe ser tratada.

La hipertensión es un problema silente, que no presenta unos síntomas concretos; si hay subidas importantes pueden aparecer dolores de cabeza o palpitaciones, pero, al inicio, en la mayoría de los casos las personas hipertensas no saben que lo son. Sin embargo, mantener una tensión arterial alta conduce a problemas importantes ya que la hipertensión va deteriorando nuestro organismo (no olvidemos que afecta a los vasos sanguíneos que irrigan todos nuestros órganos). Problemas importantes asociados a la hipertensión son los infartos, embolias, hemorragias cerebrales, problemas renales, etc. que pueden llegar según los casos a causar el fallecimiento de la persona o dejar graves secuelas.

Medir la tensión con cierta periodicidad en la farmacia

La mejor forma de saber si tenemos la tensión arterial alta es realizar su medición con cierta frecuencia. En la farmacia podemos realizarlo de forma sencilla, podemos aprovechar a hacerlo cuando vamos a comprar cualquier medicamento o tenerlo como norma cada cierto tiempo. Si tras un par de medidas en la misma semana nos da valores altos, deberemos de hacer un seguimiento de esta realizando varias medidas a lo largo del día. Se trata de confirmar si ha sido una situación puntual o mantenemos siempre unos valores altos. Es importante saber que ciertos medicamentos como los antiinflamatorios (ibuprofeno), entre otros, suben la tensión; si hemos ingerido excitantes como café, té o refrescos con cafeína, o acabamos de realizar una actividad física intensa también es probable que tengamos la tensión más alta.

¿Cómo se trata la hipertensión?

Si tenemos de forma continua unos valores superiores a 14/9 debemos acudir a nuestro médico de cabecera para tratar nuestra hipertensión. En ocasiones puede no ser necesaria medicación si se detecta que tenemos algún mal hábito, algo tan simple como un exceso de cafeína con nuestros cafés diarios. Según nuestro caso y la edad, el médico puede prescribir una medicación específica para la hipertensión y nos marcará una pauta concreta que se podrá ir modificando según la evolución del paciente, pero siempre bajo supervisión médica. Si tenéis cualquier duda respecto a la medicación para la tensión alta no dudéis en consultar con vuestro farmacéutico.

Llevar una alimentación sana, rica en frutas y verduras y baja en sal ayudará a mantener controlada nuestra hipertensión. También realizar ejercicio físico moderado de forma habitual nos ayuda a mantener los niveles normales de presión arterial.

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