Es probable que desconozcas la existencia de los diferentes tipos de termómetros para bebés que existen en el mercado y más aún, que algunos son más aconsejables que otros sobre todo en función de la edad.
Por eso, desde nuestra Farmacia El Rescatado queremos compartir esta información referente a ello con el fin de dar a conocer todas las opciones posibles con las que, estamos convencidos, todo será mucho más fácil a la hora de tomar la temperatura de los más pequeños para determinar con precisión la presencia de la fiebre.
Ventajas e inconvenientes de los diferentes tipos de termómetros para bebés.
Algo muy común cuando tenemos un bebé en casa es poder certificar con exactitud si su temperatura indica que tiene fiebre y que por tanto, algo ocurre que pudiera estar motivándolo, alertándonos así para acudir al médico en caso necesario.
Sin embargo esta actuación no está exenta de complicaciones dado que la edad de los pequeños dificulta mucho el uso de determinados formatos de termómetros, convirtiéndose por ello en un momento complicado para muchos padres.
Pero la tecnología avanza también en el mundo de los termómetros para bebés y nos ofrece algunas opciones más cómodas y prácticas que las tradicionales que a la par, también requieren un pequeño análisis, sobre todo de fiabilidad.
Termómetros de infrarrojos:
Este modelo de termómetro es muy útil para edades en las que la movilidad y agilidad del pequeño es ya bastante considerable y se revelan contra posturas o prácticas con las que medir su temperatura. No necesitan ni tan siquiera establecer contacto físico con el bebé puesto que detecta la temperatura con la proximidad a la piel de la frente o la sien. Sin embargo, la temperatura exterior puede hacer relativa la exactitud de los grados que marque. No tiene por qué ser una variación muy exagerada pero si podría influir en el resultado final. Eso si, es muy cómodo sobre todo para usarlos mientras duermen sin riesgo a despertarlos.
Termómetros digitales:
Los más usados hoy en día incluso entre los propios adultos. Estos formatos digitales no contienen mercurio, sino una pequeña resistencia que precisa pila y que se activa cuando detecta la temperatura corporal. Son de punta flexible, pueden usarse de forma oral, rectal o en la axila y su resultado es muy exacto y fiable. Eso sí, algunos niños, sobre todo a partir de los 6 meses de edad, no alcanzan a mantenerse medianamente quietos y tranquilos ni el breve tiempo que necesita el termómetro para marcar la temperatura máxima, por lo que en ocasiones, se opta por recurrir a otros formatos más rápidos aunque algo menos fiables.
Termómetros de chupete:
Este es un caso que serviría de recurso ante lo comentado en el párrafo anterior. A partir de los 4 meses y mientras el niño use chupete, podemos utilizar este formato de termómetro para que mientras lo mantiene en el interior de la boca, nos sirva para indicar si temperatura corporal. Su fiabilidad no es tan exacta como el formato anterior, pues si marca 37 grados o más, se aconseja contrastar con el uso también del termómetro digital.
Termómetro de oído:
Muy rápido en dar la lectura de la temperatura, aunque debes tener cuidado a la hora de colocarlo para no ejercer demasiada presión en la zona ya que se ha de introducir en el canal auditivo. Si el bebé es muy pequeño, de apenas meses, puede ser más complicado por la estrechez del canal. Su resultado en ocasiones tampoco es absolutamente preciso.
En Farmacia El Rescatado sabemos de la dificultad que entraña en muchas ocasiones tomar la temperatura de los más pequeños, por eso te contamos algunos de los tipos de termómetros para bebés más usuales que puedes encontrar.